UNA EMOCIÓN NATURAL
El enojo, según la Biblia, es una emoción natural que todos experimentaremos. Mas sin embargo, la Biblia también nos enseña que es importante saber manerjarla, ya que puede tener consecuencias tanto positivas como negativas dependiendo de cómo la expresamos y controlamos.
¿Qué dice la Biblia sobre el enojo?
1. El enojo puede ser una emoción legítima, pero debe ser controlada.
Efesios 4:26: Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo.
La palabra airaos viene de la palabra griega "orgízo" que significa llegar a exasperarse es decir indignarse como también irritarse. El apostol Pablo abre la puerta a la posibilidad de indignarse justamente, que es el enojo hacia la maldad. Es un tipo de enojo piadoso el cual hace que el creyente deteste la injusticia, la inmoralidad, la impiedad y todas las demas manisfestaciones pecaminosas. Si ese enojo está libre de todo egoísmo y se basa en el amor a Dios y a los demás, no solo es permisible, sino es justificada.
Juan 2:15-17: Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado. Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consume.
Entonces vemos que aquí el Señor expresó este enojo justo. Pero recordemos que este versículo nos deja claramente que cuidemos de NO pecar al dejar que el enojo nos controle. Es decir que una vez que el enojo nos controle y vivimos enojados es allí donde pecamos.
El versículo nos aclara también que si llegamos airarnos, aseguremonos que pase poco tiempo cuando ya ese enojo deje de estar, porque si no sucede, lo que dice el versiculo 27 de Efesios 4: ni deis lugar al diablo. En otras palabras el enojo no controlado da lugar al diablo. Y eso es así... ¿Cómo? creamos odio, cisañas contra los demas, divisiones, chismes, murmuraciones y hasta actos agresivos como el maltrato hasta el homicidio. Y todo comenzó con un enojo
Este versículo Efesios 4:26 reconoce que sentir enojo no es pecado en sí mismo, siempre cuando este enojo, llegue a ser producto de la indignación o irritación por celo a la palabra de Dios, pero advierte que inclusive este debe ser controlado para no llevarnos al pecado. En el caso del Señor el no repitió ese evento de nuevo, de hecho este es el único evento que se registra en cuanto al enojo de parte del Señor.
2. El enojo descontrolado puede llevar al pecado y a la destrucción.
Proverbios 14:29: El que tarda en airarse es grande en entendimiento; mas el que es pronto para la ira, grande es de pecado.
Aquí se indica que la paciencia y el control son signos de sabiduría, al decir grande en entendimiento, mientras que la ira rápida y descontrolada puede conducir al pecado.
Por lo tanto es importante reconocer que los que tienen entendimiento (Conocimiento de Dios y el cual es guardado en el corazón) no pierden los estribos; pero los que se enojan fácilmente demuestran gran necedad.
3. El enojo puede ser una oportunidad para la justicia de Dios, pero debe ser manejado con madurez.
Salmo 4:4: Encontended, y no pequéis; meditad en vuestro corazón en vuestra cama, y callas.
Este versículo sugiere que en momentos de enojo, es importante reflexionar y mantener la calma y quedarnos en silencio. Cuando pasemos por un enojo no le demos larga o cabida a el para que ocupe nuestro corazon, meditemos y reflexionemos como sucedio, cual fue el motivo y si realmente fue necesario o si se podía a ver resuelto de otra manera. Y después hagamos silencio pidamos sabiduría de parte de Dios y no reaccionemos con explosión o damos justificación del enojo. No.... Oremos, oremos y oremos y después disculpémonos si es necesario.
En este versículo meditad en vuestro corazón en el griego se usan 2 palabras; "amar" y "lebab" las cuales se usa para darnos el significado de permanecer en vuestro ser interior. Y esto es clave para interiorisar lo sucedido y llevarlo a la presencia del Señor y ayudarnos a evitar caer de nuevo en ese error que nos puede llevar al pecado. Así obraremos en la justicia de Dios.
4. El enojo puede dañar nuestras relaciones y nuestro carácter si no se controla.
Santiago 1:19-20: Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, lento para hablar, lento para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Si hay algo que daña nuestra relación con el Señor y con los demás es el enojo, ademas de deteriorar nuestro caracter y temperamento. Es interesante ver que la palabra que se usa en el original para pronto y lento en las 2 ocasiones es la misma palabra que significa "a o hacia adentro". Es decir que el pronto para oir, lento para hablar y lento para airarse, es un estado interno del ser y debe ser el que predomine ante el agravio de algo. Y es por eso que se nos hace difícil reaccionar e ser pronto para oír, lento para hablar y lento para airarse... Porque no se ha interiorizado y porque el cambio sucede de adentro hacia afuera. Es por eso que el Espíritu Santo a vino morar dentro para cambiar de adentro hacia afuera nuestra personalidad para que podamos reaccionar de acuerdo a la voluntad de Dios y no a la nuestra.
Por lo tanto, es voluntad de Dios que seamos pronto para oír, lento para hablar y lento para airarnos. Y dice el porque; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
¿Sabemos lo que quiere decir que la ira del hombre no obra la justicia de Dios?
Primero tenemos que entender que quiere decir con; la ira del hombre. Ira del hombre viene de la palabra griega que describe un resentimiento y rechazo profundos en el interior, que en este contexto va dirigido en contra de la Palabra de Dios.
No obra la justicia de Dios se refiere en el contexto de justicia a la rectitud, el cual tiene que ver con el caracter de Dios. En otras palabras, el enojo humano no produce la rectitud que Dios desea.
Este versículo nos deja claro que debemos ser pacientes y controlados, ya que la ira puede impedir que actuemos con justicia.
5. Otro aspecto que no es mencionando en la biblia pero que en la actualidad influye es la ingesta de bebidas con cafeina, exceso de azucares y colorantes artificiales
Ejemplos de historias bíblicas en donde nos muestran el enojo y consecuencias:
- .La historia de Caín y Abel en Génesis 4:1-16. Aquí le resumimos la historia y sus enseñanzas:
Contexto:
Caín y Abel eran los hijos de Adán y Eva. Ambos ofrecieron sacrificios a Dios: Caín, agricultor, ofreció productos de la tierra, y Abel, pastor, ofreció lo mejor de sus ovejas.
El problema:
Dios aceptó la ofrenda de Abel, pero no la de Caín, lo que provocó en Caín un gran enojo y celos. La Biblia dice que Caín se enojó mucho y su rostro se contrajo.
La advertencia y la consecuencia:
Dios le habló a Caín, advirtiéndole que debía dominar su enojo y que no debería dejar que ese sentimiento lo dominara. Sin embargo, Caín, en su enojo, no controló sus emociones y, en un momento de ira, mató a su hermano Abel.
Resultado:
Dios castigó a Caín, quien fue condenado a vivir como fugitivo y errante en la tierra.
¿Que podemos aprender de la historia de Caín y Abel?:
- El enojo en sí mismo no es pecado, pero si no se controla, puede llevar a acciones equivocadas y graves.
- La Biblia nos enseña a dominar nuestro enojo y a buscar la paz.
- La falta de control puede tener consecuencias serias, tanto para uno mismo como para los demás.
- El enojo puede hacer que actuemos impulsivamente y perdamos de vista lo que Dios espera de nosotros.
- La Biblia nos enseña a controlar nuestras emociones, especialmente el enojo, para no alejarnos de la voluntad de Dios.
- La ira descontrolada puede impedir que cumplamos con los propósitos de Dios en nuestra vida.
- El enojo puede ser una reacción justa ante la injusticia y el pecado, pero también puede llevarnos a actuar impulsivamente si no controlamos esa emoción.
- La Biblia nos enseña a canalizar nuestro enojo de manera correcta, buscando siempre la justicia y la voluntad de Dios.
- Es importante confiar en Dios y buscar Su guía para actuar con sabiduría, incluso en momentos de enojo o frustración.
- El enojo puede surgir en situaciones injustas o de provocación, pero la Biblia nos llama a actuar con misericordia y paciencia.
- La venganza no es la respuesta; confiar en Dios y dejar que Él dirija la justicia es lo correcto.
- La paciencia y el perdón son formas de demostrar amor y control en momentos difíciles.
- Aunque sentir enojo es humano, José eligió no dejar que ese enojo lo controlara ni lo llevara a la venganza.
- En lugar de responder con ira, José mostró perdón, misericordia y fe en Dios.
- Finalmente, José se convirtió en una autoridad en Egipto y ayudó a salvar a su familia y a muchas personas.
- La Biblia nos muestra que podemos sentir enojo, pero debemos controlarlo y responder con perdón y fe.
- Guardar rencor o actuar impulsivamente solo trae más problemas.
- Confiar en Dios nos ayuda a manejar nuestras emociones y a vivir en paz.
En la Biblia, el enojo en sí no es pecado, pero puede convertirse en pecado si no se maneja con sabiduría y dominio. La enseñanza bíblica promueve la paciencia, la reflexión y la búsqueda de la paz en lugar de respuestas impulsivas o destructivas. Dios desea que controlemos nuestras emociones para vivir en armonía con Él y con los demás.
Consejos Finales:
- Leamos regularmente la biblia; todos los dias por un periodo de tiempo determinado 15 minutos, 30 minutos, 1 hora o mas; (Puede ser un versículo y estudiarlo a fondo, por temas específicos, leer un libro de la biblia independiente del Viejo o Nuevo Testamento.)
- Oremos con regularidad, hacer de nuestra vida una vida de oración. Proponernos a orar en oras especificas mañana o tarde o si puede al mediodía. Y mantener el corazón en modo oracion todo el día. Presente su caracter o temperamento al Espíritu Santo con espíritu de humildad, oración, ruego y acción de gracia. Pidiendole que sea Él quien modele y moldee su personalidad a la personalidad de Cristo-Jesús.
- Congregarse como es de costumbre, busque alabar en conjunto con los hermanos al Dios quien todo lo puede, soberano, consejero, fiel y amoroso. Darle la Gloria a Él en conjunto con hermanos. Somos edificados los unos a los otros, porque el que edifica es el Señor en la Iglesia.
- Llevar la palabra de Dios a donde quiera que uno vaya, que Él Señor sea buscado en todos nuestros caminos confiando en Él y el enderezará nuestras veredas en Cristo- Jesús.
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